sábado, 20 de octubre de 2012

Capitulo 20 "Rubias"


El golpe pilla por sorpresa a Ernest. Siente un dolor con aroma a Chanel, es una extraña mezcla de elegancia dañina. Son de esas mujeres letales que te quitan la respiración y te ahogan. Pisando tan fuerte que te rompen con sus tacones mientras su belleza se clava en tu retina y sabes que sera lo ultimo que veas. Ojos dulces y sonrisa fría.

-Solo nos interesa la caja. Lo demás es todo vuestro. Incluso vuestras insignificantes vidas.

Ernest intenta levantarse pero una bota de cuero se clava en su garganta.
Ella le mira y endurece su rostro.
-¿Sabes, gusano? Estas botas están hechas de la piel del ultimo que intento joderme y estoy buscando un par nuevo.
Ernest saca la lengua y de manera lasciva intenta lamer la bota.
-¿Quieres jugar, rubita?
Dunphys apunta a las dos mujeres.
- Mi amiga, la cerebrito abrirá la caja. No es muy habladora pero sus manos son pura magia.
-¿Y si no accedemos?.-replica el irlandés apuntando a ambas mujeres.
-Bueno yo creo que tendría mas botas y ella...-la rubia se gira y la mira buscando una respuesta. Suelta un bufido de resignación.- Tampoco hemos intimado tanto para saber sus gustos

-Esta bien.-dice el irlandés mientras levanta las armas.
-Yo no he dicho nada. No me importaría quedarme un rato mas por aquí abajo. Las vistas son espectaculares. Tendrías que felicitar a tu sastre.

 Mientras la mujer le ignora Ernest se va arrastrando lentamente hacia la pared sin dejar de mirarla obsesivamente.

-Venga Katrina no tenemos todo el día. 
Katrina se acerca con su maletín y aparta de forma repulsiva el cuerpo de El Jefe. Lo abre y saca una varilla metálica que la moldea hasta que la convierta en un cuadrado que se ajusta al contorno donde esta el teclado de la caja fuerte. Lo adhiere a la caja y conecta dos cables al interior del maletín que guarda un ordenador junto a una especie de medidor con una tecla roja y otra verde. Katrina empieza a escribir en el equipo y se enciende el medidor hasta que la aguja marca el punto máximo. El botón verde empieza a parpadear.

La mujer mira a la rubia y esta da su consentimiento. Pulsa el botón y se oye como una descarga. Quita la varilla metálica y la guarda.
-Es muy sencillo, aquí la cerebrito.-la aludida mira enfadada a la rubia.-Quería decir Katrina ha soltado una descarga láser a la caja fuerte lo que nos da acceso al sistema.

Katrina con cuidado quita toda la pieza del teclado que ha sido cortado con la descarga láser quedando en un bloque. Ahora tiene acceso al cableado interior y puentea la caja conectándola al equipo.

Dunphys levanta la mano timidamente.
-Sabemos la contraseña si quieres...
-No hace falta al conectar el cableado al ordenador buscara todas las probabilidades.

Y tal como dice la mujer se oye un maravilloso "clic" confirmando el éxito de la abertura. Katrina desconecta el equipo y lo guarda. Acto seguido abre el hasta ahora inexpugnable fortín metálico. En su interior dos cilindros plateados descansan.

-Bueno muchachos creo que ha acabado nuestra asoci....

Un enorme portazo corta la conversacion.

-¡Saraaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!  ¡¡¡¡¡¡¡¡Maldita zorraa!!!!!!!!!!!!!

-Umm ¿es ese el tipo al que le quitaste la piel para tus botas?.- dice Ernest.


-Bueno.-comenta Sara dubitativa.- La historia no fue exactamente así. Lo llaman Diego "El Ácido" según dicen porque ha hecho desaparecer a mas de 500 personas en bidones.
Ernest mueve la mano dándole a entender que acorte los detalles.
-Pertenece a un cartel y quería dar un gran golpe contra el FBI. Yo era su novia y preparamos el plan juntos.
-Pero querías tu independencia, la pasta y un nuevo modisto bla, bla bla...

-Si
-Bueno guapita. Por lo que veo no ha venido solo y tras el vienen muchos malotes. Puedo ayudarte en esto pero iremos a media en el tema y a cambio tendrás un Diego de piel para vestir tus pies.
-¿Pero como...?
-Yo soy el cerebrito y mi amigo Dunphys tiene magia en sus manos.-le dice a Sara mientras le guiña un ojo.

Continuara...

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