domingo, 22 de abril de 2012

Capitulo 9 "Joshua Tena"


En la oscuridad de la noche un hombre corre tras un criminal. Corriendo por el pasillo de un edificio. Sin otra salida el perseguido atraviesa una ventana y sigue andando por un pequeño saliente que da acceso a una terraza con una valla.


Odio las alturas....- Este pensamiento ronda en mi cabeza mientras intento no mirar al vacío.


Con cuidado voy apoyando mis pies en el pequeño camino del exterior. Mientras veo como ese maldito se me escapa. Me agarro a la valla y entro en la terraza. El sospechoso no me da respiro y sigue corriendo mientras mis pulmones piden un tiempo muerto. Tiempo que no tengo porque una sombra se va haciendo mas pequeña a mis ojos. Ha llegado a la terraza anexa. Por suerte la puerta que le permita llegar a la escalera esta cerrada. Aunque esto no sirve para retenerlo. De una patada revienta la puerta y una frenética estampida es el acto siguiente para evitar mi compañía. Maldiciendo sigo escaleras abajo. Cuando llego a la calle mis pulmones son una inmensa bolsa caliente de palomitas en un microondas. Tan absortos estamos en nuestro duelo deportivo que no advertimos un camión saliendo de una bocacalle. Me sorprende la agilidad de mi adversario que con un limpio salto sube a la parte superior del camión dejandome tirado y sin competidor. Mientras se despide elegantemente y dedicándome una sonrisa. Como un tonto me quedo mirando la calle como si una solución fuera a venir del cielo. Reparo en una moto. Bendigo mis tiempos de macarra de barrio y aprendiz de malas artes. En un momento consigo poner la moto en funcionamiento y seguir mi lucha en pos de la justicia. Allí veo el camión y su polizón. Ya no tiene esa sonrisa emergente en su rostro. El aire en la cara y su gesto de sorpresa de ese futuro inquilino carcelario no tiene precio. Arriesgando sus huesos aprovecha una curva para saltar sobre un montón de desperdicios, bolsas de basura y neumáticos en un olvidado solar de las afueras. Tan improvisado ejercicio gimnástico me obliga a frenar lo que conlleva un desastroso derrape y una mano de chapa y pintura a cargo del cuerpo policial en la moto de este contribuyente anónimo. Veo que mi víctima a recuperado la forma y sigue su ejercicio nocturno. Aun convaleciente tras mi accidente sigo su rastro. Ahora echo en falta esos días que estaba en el sofá y no aproveche para mejorar mi estado físico. Es una agria venganza de mi cuerpo contra mi. Aun así lo doy todo y consigo dar alcance a la gacela.


Tras un espectacular salto le doy un cariño abrazo a su cintura recibiendo como premio varios giros acabando en una amalgama de brazos y piernas. Sin saber como acabo montando encima de su espalda.


Rápidamente empieza a buscar mi arma, que milagrosamente sigue en su sitio y acaba apuntando a su cabeza.


-Vale, vale. Hablare, hablare...


Triunfante me levanto sin dejar de apuntarle y le concedo el privilegio de hacer lo mismo.


Un tiro surca el aire.


-¿¿¿Que mierda ha sido eso...???


Me agacho como un avestruz y miro a mi alrededor. Nada. Mi rival permanece caído en el suelo. Le tomo el pulso. Muerto.


-¿Joshua Tena?. Por favor, baje el arma. Somos agentes federales.


Ante mis ojos dos funerarios con placa y armados aparecen. Asiento furioso.


-¡Lo necesitaba vivo! ¡Vivo! ¿Entienden? Estaba a punto de resolver un caso. ¡Malditos seáis!


Apenas me da tiempo de oír otro disparo cuando todo se vuelve negro. Cara de sorpresa y ojos abiertos es lo único que sucede antes de que mi cuerpo acabe en el suelo.

Continuara...

No hay comentarios:

Publicar un comentario